Wow, he estado meditando Su palabra, y me siento tan bendecido ahora, tanta alegría de su revelación en mi espíritu, me da la impresión que ya dormí. No es de extrañar por qué nuestro Maestro Jesús dijo: «mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre» y el rey David dijo: «Su palabra es medicina a mis huesos». Dos cosas con una verdad común: ambos dan y sostienen la vida.