Todos deseamos no solo para nosotros y para los nuestros, días buenos, próspero ańo nuevo, pero la mayoría de las veces, lo esperamos como se espera una brisa en tiempo de calor. Al meditar en la escritura vemos una realidad, Porque:
El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño; (1 Pedro 3:10 RVR60)
El refrenar la lengua, produce beneficios no a los demás pero a nosotros mismos. Refrenar quiere decir contenerla con mayor fuerza que la esta tiene para hablar, el problema es que el freno esta en el espíritu del hombre o mujer. En Génesis encontramos que Dios dijo lo bueno, habló lo bueno y vió lo bueno. Si quieres asegurarte de ver días buenos, dispone lograrlo, habla lo bueno y refrena lo malo. Dios te bendiga.